Que se castigue a los responsables de la muerte de esta perrita
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Dirigida a: Fiscalía General de la Nación - Cali
El tres de marzo de 2017 tres sujetos ocasionaron la muerte de una perrita bulldog, al ser transportada como una simple cosa entre la ciudad de Popayán y Cali, Colombia, encerrada en una caja de madera, siendo introducida sin ninguna ventilación en la bodega de un bus, padeciendo la falta de aire, las altas temperaturas del vehículo durante todo el recorrido de horas entre las dos ciudades, de la manera más abominable.
Su cuerpo estaba metido a la fuerza en medio de las tablas, pues casi no cabía en la estructura de madera, no tenía las mas mínimas posibilidades de moverse, ni de respirar, como lo exige la Ley 84 de 1989, violándose sus mas mínimos derechos.
La crueldad de estos sujetos no tuvo límites, pero sí contó con la presunta complicidad del chofer que conducía el bus y de su ayudante y con la coetánea y presunta responsabilidad de la mencionada empresa Cootranar.
Pero esto no es todo. La Policía Nacional cumplió con su deber de tratar de que se judicializara a los tres sujetos, conduciéndolos hasta la URI, diligencia que fue impedida por la Fiscal 64 de Cali, gloria del S. Álvarez Cardona, porque para esta "servidora pública", esto solo fue un simple accidente, según ella no se violo la Ley 1774 de 2016, no constituyó delito el hecho, disque porque no hubo dolo.
Fue tan omisiva la Fiscal 64 URI de Cali que ni siquiera fue capaz, al menos, de remitir el caso a una Inspección de Policía, a pesar de ser un típico caso de la Ley 1774 y de constituir un delito.
A pesar de las súplicas de la Policía Nacional, la citada Fiscal no fue capaz de esperar el informe de necropsia que se le practicó a la perrita en la Clínica de la Fundación Pazanimal.
Al parecer era tanto su afán de sacudirse este caso en un Viernes en la noche, que inmediatamente liberó a los sujetos involucrados en los hechos.
De los primeros resultados del examen postmorten a la perrita bulldog se desprende que el animal murió por asfixia y que fue tanto su desespero por respirar, que mordió las tablas donde la sepultaron en vida, que le aparecieron restos de madera en su cuerpo.
Se imagina usted Señora Fiscal que enterrar vivo a un ser es una muerte lenta, con sufrimiento y gran agonía? O acaso no lo alcanza a entender? Qué clase de Fiscales es que tenemos en este país?
Instauraremos todas las acciones legales que haya lugar en este caso contra los agresores del animal y por supuesto, contra este Estado indolente frente al sufrimiento de los animales.
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