Dejar de vender langostas vivas
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Dirigida a: Gobierno de Bélgica
Los supermercados llevan años vendiendo langostas vivas y otras especies marinas. En otras palabras, si las personas piden algo, lo obtienen. Entonces, ¡consigamos lo que pedimos! ¡La venta de animales marinos vivos es poco ética, horrible e innecesaria!
Se apiñan cuando son numerosos, algunos mueren de hambre, de deshidratación, les ponemos las tenazas, para que no puedan "pelear entre sí", pero sobre todo para que estén indefensos, quedando así sin peligro para quienes quieren agarrarlos.
Vemos a estos animales tratando de escapar, por las ventanas, tratando de trepar.
Debemos detener tales prácticas, sobre todo porque el destino de estos animales está en manos del consumidor, que puede ponerlo en agua hirviendo para que agonice durante largos minutos antes de morir.
Esto debe terminar.
Los estudios han confirmado que las langostas en acuarios desatendidos a menudo sucumben por hambre, deshidratación, calor o peleas con otros animales marinos. Durante el transporte y el almacenamiento, sufren deshidratación, enfermedad de colirrojo bacteriano, enfermedad de la cola y enfermedad de los choques causados por las condiciones de hacinamiento extremo. El manejo de animales marinos, incluido el desecho, provoca heridas abiertas y lesiones. También sufren de la incapacidad de respirar adecuadamente el aire, lo que resulta en acidosis y acumulación de toxinas. Un estudio canadiense encontró que el 19% de las langostas perdieron sus garras cuando llegaron a las fábricas y estaciones de empaque.
Son animales únicos y fascinantes que carecen del sistema nervioso automatizado para causarles un shock cuando se lastiman. Por lo tanto, los biólogos marinos teorizan que las langostas, al igual que otros animales marinos, sienten dolor cada segundo que se les inflige antes de morir.
Los animales marinos son extremadamente sociales y usan señales para comunicarse entre sí.
Les insto a que pongan fin a la venta cruel e innecesaria de langostas y otros animales marinos que viven en sus supermercados y sus filiales.
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