Dejar de negarse a operar a perros con tumores de mastocitos/cáncer a menos que se vacunen contra la rabia

Dejar de negarse a operar a perros con tumores de mastocitos/cáncer a menos que se vacunen contra la rabia

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Dejar de negarse a operar a perros con tumores de mastocitos/cáncer a menos que se vacunen contra la rabia

Dirigida a: Asociación Americana de Medicina Veterinaria

Los animales están muriendo por todas partes debido a una vacuna contra la rabia. Muchos Veterinarios en Texas obligan a las personas a dar la vacuna tóxica contra la rabia a las mascotas con tumores de mastocitos y cáncer. Los veterinarios se niegan a operar a mascotas con tumores/bultos de cáncer a menos que el propietario esté de acuerdo con aplicarle la gama completa de vacunas a su perro, y principalmente la vacuna antirrábica que se ha demostrado ser un asesino de mascotas cuando se da repetidamente. Los veterinarios también ignoran cuando un dueño de mascota explica que su mascota tuvo una mala reacción a una vacuna hinchándosele la cara y sufriendo de movilidad inestable.

La información de la droga indica que la vacuna antirrábica no debe administrarse a una mascota poco saludable, menos administrarla a una mascota con cáncer, o un animal que ha mostrado una mala reacción a la vacuna. Sin embargo, los veterinarios, que tienen hambre de dinero, ignoran esta información y obligan a las personas a dar a su mascota esta vacuna o se niegan a cuidar al animal, u operar para eliminar el tumor. Esta vacunación forzada en una mascota enferma tiene que ser detenida.

Esta vacunación forzada antes de la cirugía no sólo puede obstaculizar el proceso de curación después de la cirugía, sino que puede causar más tumores de mastocitos que podrían aparecer después de la cirugía. La investigación ha demostrado que las vacunas combinadas y la vacuna contra la rabia repetida causan estragos en un sistema inmune de animales y no se deben administrar a un animal con cáncer.

No se debe permitir que los veterinarios fuercen al dueño de una mascota a administrar la vacuna antirrábica o negarse a operarla para salvar su vida, forzando al propietario a aceptar una vacuna que puede matar a la mascota a largo plazo.

ESTA VACUNACIÓN FORZADA DEBE PARAR.

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