Control ético de los Jabalíes

El jabalí, desde hace muchos años, es víctima de la persecución humana. Lo llevan cazando porque se le atribuyen destrozos de campos y plantaciones. Además lo señalan como único culpable de los accidentes de tráfico en los que se ven involucrados. Esto es lo que nos venden pero la realidad es muy distinta. Según el propio Minuarta la caza no resuelve ( si lo hiciera no habría, según ellos exceso de población) la superpoblación de jabalíes, ni siquiera cuando se ha hecho presión. Está totalmente comprobado que los vallados con doble paso electrónico, son totalmente eficaces para impedir el paso de los jabalíes, por lo que las quejas de los destrozos referidas a los campos y plantaciones pasan por no estar debidamente vallados. Por otro lado los accidentes de tráfico podrían en su gran mayoría evitarse si en las zonas de paso se redujera el límite de velocidad o si simplemente los conductores fueran a la velocidad establecida. La incorporación de señales luminosas u otro tipo de señales en las zonas conflictivas podrían ser una gran medida de prevención ( los estudios demuestran que en época de caza aumentan los accidentes donde intervienen jabalíes)

No debemos obviar el grave peligro que suponen las cacerías. Accidentes ocasionados por los propios cazadores hacia terceros donde han muerto tanto personas como miembros no humanos. 

También están los otros protagonistas, l@s perr@s de caza, utilizados en su gran mayoría como una herramienta más sin tener en cuenta su seguridad, su modo de vida, sus cuidados. Por desgracia aún existen los malos tratos hacia estos animales. Hasta que la coherencia no llame a las puertas de la ley y está dictamine con el pincel de la lógica que tod@s l@s perr@s son iguales, no estaremos delante de un estado de derecho.

El jabalí es un animal necesario en su ecosistema, a parte de ser uno de los únicos buenos limpiadores de bosques ( actualmente se están dejando de limpiar los bosques y en algunas zonas solo arrasan con algunas especies de árboles dejando el sotobosque como un polvorín), ayuda en la expansión de algunas especies de plantas y en el proceso de oxigenación del suelo. Es un animal inteligente que no busca problemas con los humanos, pero la sequedad y la falta de alimento le hacen moverse hacia zonas peligrosas para ellos, como pueden ser las zonas urbanas. Me planteo que haríamos los humanos en semejante situación, supongo que es fácil de adivinar.

Es por todo ello que pedimos una gestión ética de la población del jabalí tanto en zonas urbanas como en las rurales. Que se hagan pruebas piloto en zonas rurales con vacuna Gonacon. Que se gestionen correctamente, a través de subvenciones, los vallados de los cultivos. Señalización de las zonas de paso de los jabalíes para evitar accidentes.

Que se establezcan zonas comedero y bebedero en puntos estratégicos que servirán para mantener mejor el control de la población, tanto en épocas de escasez de alimento, para evitar que se los animales se trasladen a zonas urbanas, como en épocas más normales para mantener una rutina alimentaria que servirá como puntos de visualización y captura (esterilización, control de enfermedades).

La gestión CER ( captura, esterilización, reubicación) en gatos es la única vía eficaz de control de la población. El control a través de la vacuna Gonacon en jabalíes, se ha demostrado que no solo es eficaz en adultos sino que en animales más jóvenes puede llegar a ser definitiva su eficacia.

Nadie comenta que el crecimiento exponencial de jabalíes se debe a la hibridación con cerdo común propiciado por los propios cazadores desde  hace unas décadas.

Después de varios accidentes recientes donde se vieron afectados tanto humanos como animales  se constató la necesidad de avisar por parte de los cazadores de la zona de caza y día con antelación para tener un control logístico de la situación y así poder avisar a la población y evitar accidentes. Ante estas medidas los cazadores realizaron una vaga cuyos resultados han permitido no solo que en cotos privados ( zonas de montaña abiertas) no deban avisar de esta actividad sino que además se une  el agravante que si ellos consideran que un transeúnte o familia que pasea esa zona les está entorpeciendo la caza podrán multarlos.

Es un sinsentido que no podemos pasar,  ya que mayormente se caza en sábado y domingo, días en que las familias aprovechan para disfrutar de la montaña.

Por todo lo expuesto pedimos que se tengan en cuenta todas las premisas para que la gestión ética sea la única vía de control de la población de jabalíes. 

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